El Espíritu Solidario de Ambas Partes

Los principios del derecho del trabajo se vuelven fundamentales frente a la crisis económica que se ha generado por seguir el camino del mercado sobre el Estado, en vez de buscar, como lo hemos hecho las y los costarricenses, un equilibrio que permita un mercado y un Estado fuertes.

Decía el Benemérito de la Patria, don Alberto Martén que la pretensión final de las relaciones laborales es el de “Trabajar por la armonía y cooperación de patronos y trabajadores dentro de un espíritu de solidaridad, para lograr el aumento de la producción y su equitativo reparto dentro de las normas de eficiencia económica y justicia social.”
Es en medio de este proceso y de la celebración de una fecha más en conmemoración de las luchas que tuvieron que librar los trabajadores por sus derechos que debemos reflexionar para buscar puntos de encuentro entre patronos y trabajadores, entendiendo ambas partes que el destino final de este encuentro es mejorar las condiciones de vida y profundizar en la democracia.

La intención no puede ser otra que mejorar las condiciones de las y los trabajadores sin sacrificar para ello la productividad ni la pérdida de competitividad de las empresas. Se trataba de ser responsable con los trabajadores, sin dejar de serlo con la economía, como lo dijo don Alberto.

En ese escenario no me cabe duda que es una gran oportunidad el debate legislativo para incorporar al Solidarismo en igualdad de condiciones que el Sindicalismo y el Cooperativismo, alrededor de la reforma al artículo 64 constitucional. No me cabe la menor duda que a todos estos movimientos sociales les mueve el deseo de buscar mejores condiciones de vida para la familia costarricense y ejemplo de ello lo dio hace algunos días la Asociación Nacional de Empleados Públicos al convocar a la sociedad civil a debatir una propuesta de encuentro llamada “Diez medidas para enfrentar la crisis económica con inclusión social y producción”.

Estos temas al igual que alcanzar acuerdos para iniciar el proceso de teletrabajo con miras a favorecer a las mujeres trabajadoras, continuar con la modernización del sistema de pensiones, fortalecer los órganos de diálogo social como el Consejo Superior de Trabajo, el de Salud Ocupacional y el de Salarios son probablemente el mejor homenaje a don Alberto Martén, combatiente del 48 y preclaro pensador socialdemócrata que inspiró muchas de las reformas más importantes después de las que realizara el doctor Calderón Guardia en los años 40.

Es posible que en el camino aparezcan diferencias fuertes, discrepancias en el fondo y la forma, pero a todas y a todos nos mueve el espíritu emprendedor de nuestros antepasados que lograron crear una sociedad de oportunidades. Este debe ser nuestro objetivo y nuestra prioridad.

El Solidarismo, el Cooperativismo y el Sindicalismo integran más de un millón de costarricenses en forma directa y deben ser -junto al empresariado solidario- el motor que impulse el modelo de gestión que va a generar la actual crisis económica y que debe enmarcarse en lo mejor de la historia nacional.

Finalmente, no puedo dejar de reconocer que a la par del esfuerzo desarrollado por el actual gobierno en alcanzar el diálogo social y laboral que ha dado réditos de una paz social, está el programa Pro-Joven que pretende darle oportunidad a los 350 mil jóvenes que actualmente ni estudian ni trabajan, por que el país requiere empresarios jóvenes y en esta tesis apuntaré también en mi gobierno.

LAURA FIRME Y HONESTA